
Entrando y saliendo de la filosofía, para navegar en todos los ámbitos que nos interesen:
Basado en el libro de Jaime Barylko, “la filosofía, una invitación a pensar”.
Detrás de cada conducta hay un conglomerado de pautas en formas de ideas y/o creencias que prestan atención a cierta lógica, un pre-supuesto, un pensamiento relativo a la sociedad, la cultura, el entorno, el tiempo histórico en el que vive el individuo.
Las creencias constituyen las bases de nuestras vidas, el terreno sobre el que acontece la experiencia:
Principio de Relativismo cultural: Los juicios están basados en la experiencia y ésta es interpretada según la propia endoculturación.
“una tribu que trata de detener una epidemia de fiebre tifoidea por medio de una cacería de brujas en gran escala actúa lógicamente por la creencia impuesta por su cultura acerca de que las brujas son las responsables de la enfermedad. Cuando “nosotros” (el interminable dictamen del “otro” y el “nosotros”, que de todas formas, su lado positivo recae sobre la base de la no ingenuidad por lo que según creo no resulta demasiado malo establecer la división). Tratamos de lograr el mismo fin por medio de la vacuna, o hirviendo el agua para beber; también actuamos lógicamente basándonos en el conocimiento, producto cultural de que la enfermedad es causada por ciertas bacterias. La mayoría de los miembros de nuestra sociedad jamás ha visto un germen pero les han enseñado que existen y sin mas demostración aceptan su existencia…”
- nuestro producto cultural con respecto al conocimiento se basa en la propuesta de un nombre a este conjunto de creencias ramificadas, tales como las creencias de aquellas tribus que como todos los seres humanos del universo mantienen el sentido del conocimiento, el sentido de la fe, el sentido del orden; aunque no se cataloguen con esos términos y no se enmarquen en las mismas instituciones que las nuestras.
- ¿Qué es la realidad? ¿Significaría lo mismo que hablar de “lo real”? ¿Quienes la construyen? ¿Hasta que punto somos responsables de la realidad que concebimos? ¿Deberíamos interrogarla o permitir que ella nos interrogue conduciéndonos al trozo de vivencia que nos pertenece en el marco de la existencia?
Lo real nos incluye a todos. Todos quienes cada uno toma parte de una realidad y se consagra como dueño de la misma. La flexibilidad de la vida nos desdibuja el camino y nosotros, queramos o no, acatamos, tomándola como la porción de realidad que nos concierne y responsabilizándonos o no de ella. No quiere decir que seamos seres pasivos, solo que ni aunque quisiéramos podríamos palpar toda la tierra del campo, ni aunque estemos dispuestos se nos seria permitido arar todo el terreno. Somos muchos y cada uno debe tener su parte, que, como sucede siempre, algunos resultan más beneficiados que otros, de eso no hay duda.
¿Qué debemos hacer? ¿Cual es nuestro marco de referencia? ¿Es completamente lícito, o puedo diferir? ¿Como puedo diferir? ¿Que manera es la correcta?, me colocaron en el mundo, ¿Qué puedo hacer en él? ¿Todas las posibilidades que alberga mi existencia merecen ser revividas? ¿Donde radica la cuestión?
Ya Sócrates era conciente que entre las posibilidades que incluía su existencia se encontraba la de ser un criminal. Moraleja, no se trata de realizar todas las posibilidades posibles valga la redundancia, sino lo que hace falta, acota V. Frankl en “el hombre doliente”, y habla de que en realidad no se trata del individuo como motor, sino de la propia existencia que revela algo mas que la mera expresión de nuestro propio ser, revela el SENTIDO. Ella cuestiona y el individuo es quien debe encontrar una respuesta a la vida. En esta búsqueda nos apaña la conciencia moral.
A su vez Ricoeur afirma que Freud, si le damos una miradita filosófica, produce un desplazamiento de la conciencia. La filosofía del sujeto ya no es la filosofía de la conciencia tal y como se planteaba con Descartes. La conciencia inmediata es una conciencia falsa, no es lo que parece ser, ni nos conduce a las verdaderas motivaciones del porque hacemos lo que hacemos.
En conclusión lo que quiero decir…
¿Hasta que punto somos realmente actores o productores de la realidad? ¿será algo o alguien encargado para desarrollar específicamente aquel tan importante trabajo?¿deberíamos seguir una línea teórica o deberíamos sacar propias conclusiones llamadas “de todo un poco”? ¿Hasta que punto entonces…es aceptable para nuestra condición humana arraigarse a fondo con una forma de ver las cosas? ¿hasta que punto debemos ser totalmente firmes con nuestras convicciones? (No se concibe una coherente convicción sin madures, y no creo que la madurez implique arraigo encaprichado).
“Camino poro el campo. A lo lejos veo un molino. Me alegro, porque tengo sed. Apuro el paso en esa dirección. Pero no, no es un molino. Me río de mi mismo y pienso en don quijote, que confundía molinos de viento con gigantes. ¿Cómo pude equivocarme tanto? Se trata de un galpón.
Si, un galpón, seguramente lleno de trigo o sorgo. Estoy cansado pero sigo caminando. Vuelvo a detenerme y ahorma me enojo conmigo mismo porque compruebo que no es un galpón sino un tractor. Finalmente llego al lugar y el dueño del tractor mee da de beber. Le agradezco. Ahora que he recuperado mis fuerzas continúo mi rumbo, pero ya no soy el de antes. A lo lejos veo… ya no me atrevo a decir qué veo. He caído en la duda. Nunca sabré – me digo- qué veo. Los sentidos siempre pueden engañarme. He tenido varias visiones falsas y tengo miedo a volver a arriesgarme, a ilusionarme. Luego me corrijo. Me corrige una voz que habla en mi interior: “no, tus visiones no fueron falsas. Has visto bien, tus ojos no han fallado, lo que falló fue la interpretación que hiciste de aquella visión confusa, tu elaboración de la imagen”
No todo es (y ya no me atrevo a usar la palabra “realmente”) como lo vemos, o mejor dicho como lo interpretamos ni tampoco interpretamos todo lo que vemos:
“Ver en vez de mirar se convierte en un logro”
“Ver en vez de mirar se convierte en un logro”
"...yo no busco, encuentro." dice Picasso y yo digo :
mediante Calígula (de Albert Camus)
HELICÓN - Buenos días, Cayo.
CALÍGULA-Buenos días, Helicón.
HELICÓN.- Pareces fatigado.
CALÍGULA.- He caminado mucho.
HELICÓN.- Sí, tu ausencia duró largo tiempo.
CALÍGULA.- Era difícil de encontrar.
HELICÓN.- ¿Qué cosa?
CALÍGULA.- Lo que yo quería.
HELICÓN.- ¿Y que querías?
CALÍGULA - La luna.
HELICÓN.- ¿Qué?
CALÍGULA.- Sí, quería la luna.
HELICÓN.- ¡Ah!, ¿Para qué?
CALÍGULA.- Bueno... Es una de las cosas que no tengo.
HELICÓN.- Claro. ¿Y ya se arregló todo?
CALÍGULA.- No, no puedo conseguirla.
HELICÓN.- Qué fastidio.
CALÍGULA.- Sí, por eso estoy cansado. (Pausa). ¡Helicón!
HELICÓN.- Sí, Cayo.
CALÍGULA.- Piensas que estoy loco.
HELICÓN.- Bien sabes que nunca pienso.
CALÍGULA.- Sí. ¡En fin! Pero no estoy loco, y aún más: nunca he sido tan razonable. Simplemente, sentí en mí de pronto una necesidad de imposible. (Pausa) Las cosas tal como son, no me parecen satisfactorias.
HELICÓN.- Es una opinión bastante difundida.
CALÍGULA.- Es cierto. Pero antes no lo sabía. Ahora lo sé. El mundo, tal como está, no es soportable. Por eso necesito la luna o la dicha, o la inmortalidad, algo descabellado quizá, pero que no sea de este mundo.
HELICÓN.- Es un razonamiento que se tiene en pie. Pero en general no es posible sostenerlo hasta el fin.
CALÍGULA - Tú no sabes nada. Las cosas no se consiguen porque nunca se las sostiene hasta el fin. Pero quizá baste permanecer lógico hasta el fin. También sé lo que piensas. ¡Cuántas historias por la muerte de una mujer! Pero no es eso. Creo recordar, es cierto, que hace unos días murió una mujer a quien yo amaba. ¿Pero qué es el amor? Poca cosa. Esa muerte no significa nada, te lo juro; sólo es la señal de una verdad muy simple y muy clara, un poco tonta, pero difícil de descubrir y pesada de llevar.
HELICÓN.- ¿Y cuál es la verdad?
CALÍGULA- Los hombres mueren y no son felices.
HELICÓN - Vamos, Cayo, es una verdad a la que nos acomodamos muy bien. Mira a tu alrededor. No es eso lo que les impide almorzar.
CALÍGULA - Entonces todo a mí alrededor es mentira, y yo quiero que vivamos en la verdad. Y justamente tengo los medios para hacerlos vivir en la verdad. Porque sé lo que les falta, Helicón. Están privados de conocimiento y les falta un profesor que sepa lo que dice.
HELICÓN.- No te ofendas, Cayo, por lo que voy a decirte. Pero deberías descansar primero.
CALÍGULA- No es posible, Helicón, ya nunca será posible.
HELICÓN.- ¿Y por qué no?
CALÍGULA.- Si duermo, ¿quién me dará la luna?
HELICÓN (después de un silencio).- Eso es cierto.
CALÍGULA.- Escucha, Helicón. Oigo pasos y rumor de voces. Guarda silencio y olvida que acabas de verme.
HELICÓN.- He comprendido.
CALÍGULA.- Y te lo ruego: en adelante ayúdame.
HELICÓN.- No tengo razones para no hacerlo, Cayo. Pero sé pocas cosas y pocas cosas me interesan. ¿En qué puedo ayudarte?
CALÍGULA.- En lo imposible.
HELICÓN.- Haré lo que pueda.
3 comentarios:
arranco primero con "A lo lejos veo… ya no me atrevo a decir qué veo. He caído en la duda. Nunca sabré – me digo- qué veo. Los sentidos siempre pueden engañarme. He tenido varias visiones falsas y tengo miedo a volver a arriesgarme, a ilusionarme." -con algo parecido arranco yo en mi blog (último posteo)-
Pues... bueno, empecemos con otra cosa: imagino que no tuviste tiempo de leer el i-ching, ya que es muy largo y te lo recomendé hace poco tiempo. No te culpo, yo tampoco lo he leido. Sin embargo tuve una experiencia rara con ese libro, de la cual todavía no me repongo del todo. Sus conceptos están muy asociados al azar y a lo enigmático, pero aún así me gustaría ponerme a pensar... ¿qué es la realidad? es el todo o es aquella parte del todo que puede ser recortada y explicada? ¿Lo real compone lo conocido y lo desconocido con lógica o lo desconocido ilógico se suma también?
Si uno tira una carta, un dado, una moneda... ¿no forma esa carta o ese dado o esa moneda, parte de un todo netamente entramado con el estado de las cosas? Si yo soy parte de este momento... ¿Tengo a derecho a decir que lo que hago hoy de una forma me saldrá idéntico mañana cuando todo sigue igual excepto el momento? Se que no me estoy explicando del mejor modo, pero a lo que voy es a que lo real no nos hace ni es hecho por nosotros. Lo real es algo que es en un momento dado y en circunstancias dadas. Si estamos presentes, es real y si no lo estamos, también lo es.
El estado de las cosas sigue un orden. Los elementos y el tiempo están sujetos a una configuración dada. Como vos bien mencionás, aunque quisiéramos, no abarcaríamos con las manos a tocar toda la tierra del campo. Lo real nos puede ser inasequible debido a su infinitud... pero su existencia es innegable.
Hilos de sentido se entrecruzan para formar el telar de lo que la vida es y puede ser. Sin embargo me gusta dejarlo en suspenso y darle cabida a cierta forma de "destino".
Cuando hablamos de esta palabra, me gusta empezar por definir que se entiende por ella.
Tengo varios conceptos, pero es largo de explicar... a lo mejor si salta el tema en otro momento, con gusto lo podremos discutir.
Te mando un beso, y seguí escribiendo.
:) que linda visión de las cosas.
¿Qué es el destino? No se... depende de cómo lo consideremos:
a) hay gente que se refiere a "ello" como algo que ya está escrito al estilo de un libro. Las cosas son como debe ser y no pueden ser de otra forma. Esta posición no me interesa, puesto que me resta participación, me convierte en esclavo y además me exime de responsabilidades.
b) La vida está escrita al estilo de los libros "elige tu propia aventura". Todo está escrito hasta que llega el punto de tomar una decisión. Eso es nuestra labor... a partir de lo que hagamos, todo continúa escrito hasta el momento de adoptar una nueva postura y así sucesivamente y de ello depende el final de hacia donde llegamos.
c) Todo es libre albedrío, excepto determinados sucesos que están "destinados" a marcarnos. Son los obstáculos a superar o bien aquello que nos es propio de experimentar.
d)no existe tal cosa, libre albedrío y punto.
Y así la lista continúa. Me gusta ubicarme en un punto más cercano al "b" aunque no adhiero a él del todo. Me gusta creer que somos partícipes de algo, que elegimos y eso nos define como personas. Que por otro lado las cosas son los que las llevamos a ser y que en el transcurrir de los hechos, tenemos lo necesario para salir adelante, para crecer y superarnos.
Hay tanto que tengo que decir al respecto, que me va quedando chico este espacio... continuaré con la idea en otro momento. Tal vez en tu próxima entrada.
Publicar un comentario