
Me resulta difícil entender ciertas cuestiones. Es como si me diera miedo seguir de manera tan confiada un camino, un pensamiento, una filosofía. Es que creo que la vida cada vez responde menos a esa idea. A veces admiro esa capacidad de ser, tan fiel a la ideología, admiro porque aunque intente nunca me defino.
Quisiera hablar sobre muchas cosas pero nunca se muy bien que pienso de cada cosa, porque me asusta un poco ser tan determinista. Quizás no quieras que te involucre en el relato… pero digo, todo lo que vemos en el otro es mera proyección de nuestro ser? Que clase de solipsismo es ese? Hasta ahora pensaba que si había algo que modificaba la estabilidad interna era el ambiente, y al equilibro de los demás para con nosotros pero en realidad nunca me animaría a pensar que lo que el otro nos da es solo lo que nosotros somos. Si sabemos distinguir lo que nos ofrece es porque ya hemos conocido el amor, la atención, el apoyo, o lo que fuera de lo que se trate…no pongo en tela de juicio que somos el motor de la situación y de los vínculos, generamos y generan, si creo en que la esencia no es una estructura discreta y que es el entramado de lo que el mundo es, de lo que la realidad nos ofrece, de las conexiones sociales a nuestro alcance, y un engranaje perfecto o imperfecto de millones de esencias que a su vez impuras no dejan de construir. Pero me quede pensando ciertamente en esa conclusión… tendría que leer algo que me saque la duda.
Si me atrevería a pensar que las actitudes y el mundo son mucho mas que la mera expresión de mi ser, como dice el señor Zutt: “una alegría, una tristeza, una explosión de cólera, una desazón…tales estados de ánimos no son simples variaciones de una vida psíquica solipsista sino que son medios para hacer visible una determinada realidad del mundo” si fuera lo contrario, entonces nunca veríamos al otro sino que cada uno se vería a si mismo constantemente? Quizás comprendí mal.
Quisiera hablar sobre muchas cosas pero nunca se muy bien que pienso de cada cosa, porque me asusta un poco ser tan determinista. Quizás no quieras que te involucre en el relato… pero digo, todo lo que vemos en el otro es mera proyección de nuestro ser? Que clase de solipsismo es ese? Hasta ahora pensaba que si había algo que modificaba la estabilidad interna era el ambiente, y al equilibro de los demás para con nosotros pero en realidad nunca me animaría a pensar que lo que el otro nos da es solo lo que nosotros somos. Si sabemos distinguir lo que nos ofrece es porque ya hemos conocido el amor, la atención, el apoyo, o lo que fuera de lo que se trate…no pongo en tela de juicio que somos el motor de la situación y de los vínculos, generamos y generan, si creo en que la esencia no es una estructura discreta y que es el entramado de lo que el mundo es, de lo que la realidad nos ofrece, de las conexiones sociales a nuestro alcance, y un engranaje perfecto o imperfecto de millones de esencias que a su vez impuras no dejan de construir. Pero me quede pensando ciertamente en esa conclusión… tendría que leer algo que me saque la duda.
Si me atrevería a pensar que las actitudes y el mundo son mucho mas que la mera expresión de mi ser, como dice el señor Zutt: “una alegría, una tristeza, una explosión de cólera, una desazón…tales estados de ánimos no son simples variaciones de una vida psíquica solipsista sino que son medios para hacer visible una determinada realidad del mundo” si fuera lo contrario, entonces nunca veríamos al otro sino que cada uno se vería a si mismo constantemente? Quizás comprendí mal.
2 comentarios:
no creo que hayas entendido mal y hasta pareciera ser que ves cosas que yo no pude (o quise) ver en su momento... tampoco las veo ahora (ni las quiero ver). Me queda cómoda mi postura, porque elimino los juegos de poderes.
Con mi filosofía de que nada hay en el otro que no parta de mi primero, es como si estuviera esquivando que en determinadas situaciones, el otro tuviera poder sobre mi (cosa que pasa en el enamoramiento). Que se yo... a lo mejor por cobarde, prefiero imaginar que el control que la otra persona ejerce, es sólo a manera ficticia: tiene un poder que yo le doy y cuando yo quiera se lo saco (en cuyo caso, al poder lo tengo yo).
Es muy cómoda mi postura de que soy el amo de lo que me pasa y que nadie puede moverme de esa situación, ya que todo lo que implique pertenencia del otro, es algo que yo no puedo manejar. No se... a lo mejor no me animo a entregarme tan por entero a alguien más. Para serte sincero, en las cosas que planteás, yo no había pensado nunca. Es interesante encontrar este punto de vista, pero francamente odio no tener razón.
Te la voy a dar por ganada esta vuelta... no porque no quiera discutirlo, sino porque me demostraste que mi visión es egoista por sobremanera. A lo mejor no era tu intención. No se si darte las gracias o ya no volver a leer tu blog, jaja (es joda)
Un beso.
si, si a eso iba. No me siento separado del resto... como dicen en el club de la pelea "no soy especial, no soy un copo de nieve, soy parte del mismo bolo fecal de la escoria del mundo". Nada de mi parte deberia ser considerado como un dedo acusador levantado contra el otro. Son siempre contra mi.
Besinhos.
Publicar un comentario