Los momentos hablan por si solos
Como constructos prediseñados que nos invitan a participar
Lo disfrutamos como un juego
En el que todos participamos
No importa cuanto nos equivoquemos,
Siempre podemos volver a empezar
nadie esta en descontento con ello;
pues, cada uno entiende que solo es lo que es
solo reímos, de ellos y de nosotros mismos
como nenes, como grandes inocentes
y nos enloquece demasiado
porque entendemos que nadie nos castigara por hacerlo mal
y que, por el contrario,
será el fin de las carcajadas.
Pero a este juego nos los hemos tomado muy en serio
En el que no hemos aprendido a jugar
Y hemos dividido cosas indisolubles:
La niñez y el alma.
Como constructos prediseñados que nos invitan a participar
Lo disfrutamos como un juego
En el que todos participamos
No importa cuanto nos equivoquemos,
Siempre podemos volver a empezar
nadie esta en descontento con ello;
pues, cada uno entiende que solo es lo que es
solo reímos, de ellos y de nosotros mismos
como nenes, como grandes inocentes
y nos enloquece demasiado
porque entendemos que nadie nos castigara por hacerlo mal
y que, por el contrario,
será el fin de las carcajadas.
Pero a este juego nos los hemos tomado muy en serio
En el que no hemos aprendido a jugar
Y hemos dividido cosas indisolubles:
La niñez y el alma.
Había una vez, hace poco tiempo... comenzo a existir una personita, que, estoy segura, no tiene noticia alguna de lo que llega a significar para otras personas, y como lo que transmite va convirtiéndose en sabiduría de vida para unos cuantos mas, que comienzan a tomar otras perspectivas siempre con el mismo fin, hacia el mismo horizonte, que no creo que sea otra, mas que el de la felicidad.
Cuando logremos entender el poder del jugar en la vida, y el de vivir jugando como nenes, como grandes nenes, como nenes grandes... Solo en aquel momento, podemos comenzar a sentir, lo mágico del teatro, lo mágico de vivir, toda la magia con la que el hombre crea, toda la magia de vivir juntos... toda la magia de comunicarnos; vamos a encontrar el punto en que nada nos parece grandioso, en que nada nos parece mas ni menos, en que todo es simple, en que todo es un juego, donde al fin y al cabo...es el simple punto, en el que nos reencontramos todos. Poder comprenderlo, nos otorga un poder especial...del que no hay que descuidarse.