"Soñé la muerte y era muy sencillo;
una hebra de seda me envolvía
y cada beso tuyo
una vuelta menos me ceñía.
Y cada beso tuyo
era un día,
y el tiempo que mediaba entre dos besos,
una noche.
La muerte era muy sencilla.
Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal.
Ya no la retenía
sino por solo un cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría
y ya no me besaste...
y solté el cabo,
y se me fue la vida"
(L.Lugones)
"Aunque ni el diablo sabe que es lo que ha de recordar la gente, ni porqué; en realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizás sea una forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue mejor" no indica que antes sucedieran menos cosas malas sino que - felizmente - la gente las hecha al olvido.
Desde luego, semejante frase no tiene validez universal;yo, por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los hechos malos, y así, casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", sino fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado. Recuerdo tantas calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la memoria es para mi como la temerosa luz que alumbra un sórido museo de la vergüenza. Uno se cree a veces un superhombre; hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido.
La vida aparece; a la luz de este razonamiento, como una larga pesadilla de la que, sin embargo, uno puede liberarse con la muerte, que sería así, una especie de despertar.Pero, ¿despertar a qué?, esa irresolución de arrojarse a la nada absoluta y eterna me ha detenido en todos los proyectos de suicidio. La muerte no es mi tipo; no obstante, me seduce de vez en cuando..."
(Del maestro, Ernesto Sábato)
Empezemos por aclarar que no intento, hablando de la muerte, referirme ni a cajones ni a cementerios. Creo que es importante la aclaración, más allá de que el primer autor al que citamos fue inventor de su suicidio del cual no hay motivos de los que el haya dejado constancia. De todos modos, vamos a darle a esta palabra que puede encabezar muchos adjetivos (no agradables para el común uso del termino, supongo), una connotación un tanto diferente a la habitual.
"¿Cuántas veces me mataron, cuántas veces me morí?", como dice la canción.
Sin embargo ESTOY AQUÍ.Particularmente me suelo adherir frecuentemente a la línea de Sábato, coincido demasiado con su pensamiento un poco pesimista producto de su historia, no es que me gratifique ser pesimista, solo es lo que el mundo me devuelve...solo son las ganas con las que respondo, aunque no está todo perdido... y trate de pensar siempre con una cuota de esperanza, me cuesta hacer carne esa convicción.
Pienso en todas las veces que uno intenta soltar el cabo ... digo, es difícil recurrir al gimnasio para cuidado del propio cuerpo, más difícil resulta aún la propuesta de ejercitar el alma cuando ni siquiera nos dicen cómo, cuando ni siquiera existe un lugar geográfico para tal fin. Y aún sabiendo que ni siquiera podríamos hacerlo, por mas que "nos digan" como, o "donde"... lo padecemos cotidianamente...por eso ..los consejos exagerados me molestan un tanto y me generan un poco de lastima por otro lado ...¿qué puede hacer el hombre?... apenas sí puede con el mismo.
No se si me gustaría empezar a revelar mi vida... resulta inseparable de mis ideas, secuela de ella misma. Es que siempre, en algún momento, topamos con la pared, SIEMPRE. Entonces al declarar estas ideas sueltas y sin un hilo todavía encontrado, van y vienen mil sentimientos vagabundos que quieren ser contados, pero me parece muy pronto. Iremos "tanteando" la situación y si ésta lo amerita, involucraremos mi situación.
No dejamos de morir a cada instante, para reencarnarnos en el mismo ser, con mas costados.. o menos. No dejamos de morir en las palabras, y en los impulsos, no dejamos de morir en las decisiones porque cada comienzo implica el fin de un "algo", algo que dejamos morir, para seguir viviendo.
A veces nos disparan, nos entierran y hasta nos olvidan ... nos invitan al velorio, y ni siquiera nos prestan un pañuelo. Estos tipos de fallecimientos no nos parecen tan inciertos, porque conviven con nosotros, pero si que resultan mas dolorosos... y nos mantenemos inocuos... y nos debilitamos y nos dejamos tapar con la pala sucia.. dormidos en un rincón del mundo, que sentimos.. no nos pertenece, o bien nosotros no pertenecemos al él.
No intentemos encontrar "la" explicación, busquemos la nuestra, la propia.
1 comentario:
con tantas sensaciones, es muy fácil estar vivo. Asumamos el asco y el dolor como sentimientos que nos recuerdan de que estamos atados a la vida. En algún momento mencionaste el odio como fuerza que moviliza... es cierto. ¿Hay alguna fuerza que no movilice? Abracemos lo que nos de la vida, pues todo nos es propio...
es muy fácil estar vivo.
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