La medida de mi dolor

Ojala puedas conocer, desde el infinito, inimaginable,
lo que existe en el fondo de mi corazón;
mezclado entre barro , vidrios y plagas...
seguramente ese signo tuyo es tan silencioso,
como la fe, que corre por dentro, inabarcable la explicacion,
su fuerza y su calidez, su cobiga, su proteccion...
No logro desnudarme jamas
siempre hay mas y mas capas de pintura;
pero vos...ya despintada, ya derretida en anima,
podrás leer el fondo de mi corazon.
Pienso, de vez en cuando...
la medida del vacio, de cada uno,
cada uno a la medida de un vacio a cuestas,
motivo de descubrir lo bello...
el sentido oculto, el secreto
el misterio que transpira la verdad
de una vocacion obligada,
trabajo arduo de sentirse despierto cada mañana
de sentirse caminar por calles llenas de todo,
pero mi corazon esta lleno de muchas cosas...
vos sos mi mas fiel confidente
y espero que me conozcas mejor que yo misma,
y esa salvedad me continue dando fuerzas para estar conmigo
conmigo que soy yo,
yo, que frecuentemente pierdo total confianza.
"Yo necesito que me abrazes fuerte"
y siento sin sentir...
porque mi fe se multiplica en tu presencia ligera o espesa
cualquiera sea, ninguna puedo tocar.
Porque no puedo tocar mi nombre tampoco,
quizas lo reconozco por la costumbre,
pero me desconozco mas veces aun, y es tan frustrante...
es como compartir en ajeno,
como desembocar en un pais extranjero y no entender su idioma,
parado uno, en el centro de las circunstancias,
sin saber que hacer,
sin saber bien, qué culpas recoger...

Inmediatamente desespero
por un cariño aterciopelado,
del color que sea, el tapizado, nunca negro...
porque YO me siento oscura y sospechosa,
en una rueda de reconocimiento
donde quien me señala,
es la cima de mi propio dedo.
Me duele el dolor que me causa
y el dolor que cause,
pero mas me duele odiarme lo suficiente
como para avinagrar las rajaduras de la piel..
seca y descuidada...
como una laguna que se abandona
porque la lluvia ya no la elige
y su belleza se desarma
porque los predicadores, llevan su palabra a las iglesias
y los juglares recitan poemas en las calles de Madrid.

Yo siempre invoco una señal desde dentro,
porque no corre mi voz...
porque se va conmigo a un lugar lejos de mi,
y, espero, vos puedas entrar en el fondo de mi corazon
porque alli esta la verdad que debere revelar
ese dia, aquel ulitmo.
Vos que sos mi compañera y mi testigo,
mi complice invicible
entra en el fondo de mi corazon
y protege mi verdad,
no dejes, que yo la estorbe.

Con amor y profunda tristeza para aquella mujer.

Ana Paula Cremona